Bosques en el diario vivir
Desde oportunidades de recreación hasta productos cotidianos e incluso funciones vitales como proporcionar el aire que respiramos, los bosques ofrecen beneficios invaluables que a menudo damos por sentado.
Bosques en el diario vivir
Los bosques brindan oportunidades para mejorar nuestra calidad de vida a través de la recreación y por su belleza natural. En nuestro ajetreado mundo moderno, nos brindan un lugar para relajarse y descansar. Son un patio de juegos natural para niños y adultos por igual.
Los productos forestales están a nuestro alrededor
La mayoría de nosotros conoce los productos obvios de madera suministrados por los bosques: madera para nuestras casas y muebles, papel para nuestros libros y revistas, empaques para nuestros alimentos y artículos de tocador y papel higiénico para el baño.
¿Pero sabías que todas las siguientes cosas contienen también material forestal? Mira cuantos reconoces
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¡Al elegir comprar estos productos, puedes ayudar a proteger los bosques del mundo! Todo lo que necesitas hacer es buscar la etiqueta PEFC y seleccionar productos certificados PEFC la próxima vez que vayas de compras.
Servicios forestales de los que todos nos beneficiamos
También hay muchos beneficios "ocultos" en los bosques que disfrutamos. Desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos, los bosques ofrecen beneficios invaluables que a menudo damos por sentado.
Se estima que un solo árbol maduro y frondoso produce el suministro diario de oxígeno para entre 2 y 10 personas. Se estima que un tercio de las ciudades más grandes del mundo, incluidas Mumbai, Bogotá y Nueva York, dependen en gran medida de áreas forestales protegidas para su agua potable (FAO).
Pero no solo los bosques, los árboles por si mismos también nos brindan servicios en la vida cotidiana. Su sombra ayuda a enfriar las calles cálidas de la ciudad, y pueden ser plantados en áreas donde las personas se congregan o pasan tiempo al aire libre, como en las paradas de buses.
También ayudan a filtrar los contaminantes del aire, lo que contribuye a reducir las tasas de hospitalización por asma. Y poder caminar, encontrarse con amigos y hacer ejercicio en la naturaleza, incluso en las ciudades, beneficia nuestra salud mental.